miércoles, 15 de diciembre de 2010

Espera. Nada Sucede

El aguacero cae como si fuera la ultima vez y adivinara nuestra tragedia interior, y en las calles las ruedas de los carros giran, la noche y el silencio crecen más y más y se apaga el ímpetu de esperar el nuevo día, aunque la noche no es oscura del todo, también los otros habitantes escrutan su propio misterio, como yo en los ojos raros que me miran fijamente en mi mente y sin parpadear.

En mi cabeza también vuela una mosca en línea recta y el zumbar gira alrededor del cráneo y con un aguijón atraviesa mi corazón y lo niego todo, absolutamente.

Pero en esta realidad cierro la única salida.

Espera.

Las luces en la caja se invierten, son luces oscuras y la habitación tiembla en el temor de un gusano que se esconde bajo la cama, pasan los minutos y sube silenciosa y suave, entra en mi cuerpo por la planta de mis pies, hurga todo mi interior y duele hasta en las células, hasta en las arterias, hasta en la sangre y la cabeza, las ideas se desvanecen y el pánico vuelve en ese otro ruido enrarecido y siento que me descascaro, me consumo.

La noche sigue insuperable, la oscuridad es definitiva, nadie conoce nada y nada es el absoluto al que quiero llegar, la negación, esa espiral de atracción permanente. Un monstruo que se consume así mismo sin desprenderse del tiempo.

El miedo tiene ojos grandes y esta caja se hace grande o se hace pequeña contrariamente a mis deseos, en esta caja no me sale la nada, y rebalsa todo. En esta caja, en este mundo soy un gusano insolente y putrefacto que ingresa en otro gusano.

Pero espera. Nada sucede.


martes, 27 de julio de 2010

Recurrencia

Mi recuerdo es un ramo de globos aerostáticos en tus manos/ o el reflejo del infinito reposado en la quietud de un charco/ el aire que merodea tus alrededores, limpio, dulce y verde, insiste en mi memoria./

Instiga mi tranquilidad, tus labios, tu piel, tus ojos, tu cuerpo inmaculado en el que nunca estuve./

Mi intento es desprenderme de ti con el olvido/ o andando sobre el asfalto ardiente del mediodía/ pero yo me ahogo en el silencio y me rindo otra vez./

Guardas lo que quiero en tu bolso que cuelga desde tu hombro hasta el abismo/ y las cometas se desprenden de tus deseos hacia el cielo naranja/ las nubes jamás se exprimen cuando más lo necesito./

Yo te quiero libre./ Cuando vuelvas la ciudad será un parque de niños/ y soñarás con trenes y cocodrilos de goma dulce/ sólo para verme sonreír/

Soy una película muda en blanco y negro con el lenguaje primitivo cuando quiero decirte lo que siento.

Cómo volver a reunir lo disperso.

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