domingo, 13 de mayo de 2012

De Hombres, Polillas y Aviones.

Una polilla sacude el polvo de sus alas sobre la cama, casi puedo sentir su impotencia en la violenta y frenética manera de mover sus frustraciones que evitan elevarse  con suavidad. En el constante intento de incendiarse se aproxima al borde de la cama, yo supongo que es como estar a la orilla del abismo y si sus ganas no se encienden, caerá; pero su intensidad no es tan grave. No es como yo quisiera. Cae con todo el peso que no tiene y por eso esta vez flota en el aire sin esfuerzo (como los ojos de alguien que no sé si en realidad respira) casi también como las palabras que se deshacen en mí.
En alguna ciudad del mundo inauguran un nuevo aeropuerto, avisa la Tv, como si me importara, pero me gusta soñar con aviones y ver polillas, ligeras como un leve suspiro, sobre todo cuando la ciudad ya es tarde y me aleja del insomnio, de la idea persistente que se repite en mi cabeza sin parar. De pronto, la calle se hace violeta, asomo la cabeza por la ventana y un hombre con una capucha en la cabeza y un puñal en la mano le grita a otro.
Te voy a matar de tanta insistencia. Como si esas palabras no le pertenecieran.
Y ambos se miran fijamente a los ojos y con los brazos abiertos, como dos animales que le danzan a la noche,y al peligro, y a la emoción pero luego se van en silencio mientras sus dedos juegan con sus puñales.
Ya estoy dentro de la habitación de nuevo, la polilla es un aire que se contiene alrededor de la luz, insaciablemente; gira y gira sobre la fuente.


Como yo que ahora mismo voy a soñar con aviones otra vez.
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jueves, 3 de mayo de 2012

El ültimo Día Del Maravilloso Error

Volví de un lugar del que jamás creí lograría salir porque nunca estuve ahí con el valor integro dela contradicción. Dos cúmulos de sangre roja-negra atraviesan mis pulmones y por mi boca brotan como dos frescas flores que crecen con el agobio de la negación (tú no existes).


−Todos tenemos sólo recuerdos, luego éstos se convierten en pensamientos que giran y giran y se agrandan en la cabeza y pesan aún más. − me dice una voz, en silencio y a oscuras.

Y como yo sé que ella habita la locura y yo el vacío le respondo:

−Quiero verte− Entonces ella infla su ego de un aire toxico, de desprecio a si misma y anomalía que casi le permito llenar mi vacío. “Yo soy así” se repite a sí misma en voz tal alta sin que a nadie le importe.

Esa voz es incongruente, esa palabra, incongruente, significa que no se corresponde ni con algo y menos con ella misma. Pero a pesar se mueve con el viento y sus necesidades, es decir la compañía de subnormales y yo me pongo lentito al final de esa breve cortesía, para luego rechazarla.

−No hablo de mí. –Ruge la voz, furiosa.

Pero aun así, aunque esconda su sombra, muestra todo de sí, incluso el coagulo que la contiene casi un mes y no admite cambios.

−¡Ey! La vida se va rápido nos supera siempre.−Respira el tipo raro muy bajito como quién no da importancia, mientras se corta los brazos.

“Es inútil el combate” me digo sin abrir la boca, salgo, jalo la puerta y me voy.

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