jueves, 7 de junio de 2012

Drama, tu alma será feliz.

En junio (mes terrible) cíclicamente el Inca Pacha Kutiy Inqa Yupanqui descuartiza a su hermano Inqa Urco, mientras por entre sus dedos se le desliza lentamente un helado de freza, que en seguida se lleva a la boca.

La siniestra multitud se llena las vejigas de un líquido dorado que maravilla sus cerebros. En el otro extremo el tren silva en exacta sincronía con la uretra del Gran Wiracocha, que llora por sus hijos, por el uno victimario y por el otro favorito cuyos nervios no pudieron resistir. La ciudad se hace pestilente.

Ruge el canto de los motores de los carros a lo lejos, ruge también el frío amenazando la voluntad ignota de la gente, pero ellos como bien sabemos no saben nada de nada, ni siquiera del polvo.

Un hombre se contrae en posición fetal y aguanta los golpes del Inqa Pacha Kutiy furioso, babeando una resina blanquecina entre las comisuras de su boca. Insomnia para ayudar al hombre, grita: ¡Basta! Y la multitud responde: ¡Que alguien lance la primera piedra! Entonces el Inqa triste y furioso sin mirarle suelta la primera piedra, fue así que la multitud desapareció al hombre y construyó un monumento.

Fue así que desaparecí. Por gracia del Karma.